Las verduras y hortalizas son una importante fuente de vitaminas y minerales para nuestro organismo. Esto hace que estén en una posición privilegiada en nuestra dieta ideal, ya que nos proporcionan los nutrientes necesarios para mantenernos saludables y reducir el riesgo de padecer enfermedades.

Aquí encontrarás más información sobre estos alimentos y cómo incorporarlos a tu dieta de forma diaria.

Diferencias entre hortalizas y verduras

Las hortalizas son alimentos de origen vegetal que incluyen distintas especies botánicas. Las partes que se suelen consumir son el tallo, las hojas, floroes, frutos, raíces y bulbos. Para que las puedas identificar mejor, las hortalizas son por ejemplo las judías verdes, los espárragos y las setas. Además, también se le consideran hortalizas a los guisantes y habas tiernas, pero no a la patata o legumbres secas.

De forma muy común llamamos “verduras” a todas las hortalizas, sin embargo, las verduras son un tipo específico de hortaliza que tienen como parte comestible sus hojas verdes.

Por qué consumir verduras y hortalizas

Las hortalizas con alimentos altamente nutritivos y saludables. Contienen grandes niveles de agua, vitaminas, minerales y fibras que ayudan al desarrollo y al mantenimiento de un organismo saludable gracias a su gran valor nutricional.

Las verduras suelen ser fuente de minerales como el potasio, manganeso, niacina, y vitaminas como:

Vitamina C: Tomates, pimientos, brócoli

Vitamina A: Zanahorias, tomates, calabazas

Vitamina D: Setas

Otras verduras, como las acelgas y las espinacas, también nos aportan calcio y hierro.

Cómo aprovechar al máximo las hortalizas y verduras 

Saber aprovechar al máximo los nutrientes que brindar las verduras y hortalizas depende en muchos casos de su preparación, ten en cuenta lo siguiente:

  • Usa poca cantidad de agua al hervir y cocinar las hortalizas.
  • Añade las verduras y hortalizas al agua cuando esta ya esté hirviendo.
  • No sobre-cocines las hortalizas y verduras, déjalas “al dente”.
  • No las troces demasiado.
  • Sácalas del agua a penas se cocinen, ya que en caso contrario, seguirán disolviendo los nutrientes en el agua.
  • Puedes aprovechar el agua para preparar caldos o sopas.
  • Si preparas purés, consumirlos de inmediato.

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